Desde que se instituyó el nuevo gobierno, amparado en que vivimos en una época de crisis, ha realizado ya varias reformas, de las cuales ninguna estaba reflejada en su programa electoral o incluso haciendo justo lo contrario de lo prometido en campaña. Muchos, no le dan importancia a esto, ya que los pobre hacen lo que pueden, pero creo que es importante recordar qué es en realidad un proceso electoral.
La finalidad de un proceso electoral es elegir un representante legal, a éste puede incurrir cualquier formación política (digo en teoría porque la ley de partidos obliga a cumplir una serie de requisitos). Una vez comienza el periodo electoral, los partidos políticos tienen 15 días para ganarse el apoyo de los ciudadanos en los cuales exponen sus ideales y su programa, en el cual se explica punto por punto cuales serían sus objetivos y las leyes o modificación de estas que llevarían a cabo en caso de salir ganadores de las elecciones, y en función de estas propuestas e ideales los ciudadanos les dan su voto para que estas formaciones políticas actúen en su nombre. Dicho de una manera más simple, los mandatarios sólo están legitimados para llevar a cabo su programa electoral, y todo lo que se salga del mismo debería ser aprobado nuevamente por los ciudadanos, y no por unos representantes que no tienen legitimidad para ello.
En teoría vivimos en un estado democrático en el que elegimos a unos representantes para que hagan lo que prometen, pero en realidad vivimos en un estado en el que elegimos a unos personajes para que hagan lo que les da la gana, justificando sus actos y decisiones en que tienen el apoyo del pueblo, lo cual es mentira. Creo que va siendo hora de obligar mediante leyes al cumplimiento del programa electoral, y que en caso de tener que legislar cualquier aspecto que no esté reflejado en el mismo, sea necesario realizar una consulta popular para que sea el pueblo decida si apoya o no la forma de hacerlo.
Pero claro, para llevar a cabo este punto hay dos pequeños problemas, el primero es que los que legislan son los mismos contra los que iría la norma, y claro, ni se les pasa por la cabeza hacer algo así, porque tal y como están las cosas pueden seguir mangoneando a unos ciudadanos. Y el otro problema son la mayoría de ciudadanos que no cuestionan las decisiones de sus partidos políticos, por lo tanto, iban a estar de acuerdo con cualquiera que sea la propuesta, antes o después de las elecciones.
Al margen del fraude electoral, en el programa del PP no decían nada. ¿Que se han pasado sus promesas de campaña por el forro los coj****? Sí. Pero mientras otros programas tenían más de una docena de páginas el del PP era escuálido y vacuo a más no poder. De ahí que no entiendo que la gente votara masivamente a un partido que: primero, prometía cosas en sus discursos que no es que fueran imposibles, es que TODOS sabíamos que no tenían intención de cumplir; segundo, no tenía un programa electoral ni soluciones ni ideas propias, ya que esperaba las órdenes de quienes les sujetan la correa, llámalos bancos, mercados, alemanes...
ResponderEliminarEn serio, prefiero no pensar en lo idiota que es la gente para creer que un tío que lleva en política más años que los que yo tengo y nunca ha aportado nada ni ayudado a solventar nada ahora por arte de magia va a solucionar una crisis mundial, que no solo española. Y este último párrafo sirve tanto para Rajoy como para Rubalcaba, que conste.
Ya no me sorprendería ni ver el regreso del feudalismo con derecho de pernada incluido.