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miércoles, 21 de diciembre de 2011

Requiem a la objetividad

Hace un tiempo que le llevo dando vueltas a algo tan curioso como es la incapacidad humana para ser objetivo. En cualquier aspecto de la vida nos encontramos con al menos tres posturas claras, el que está a favor de X, el que está a favor de lo contrario y el que se muestra ajeno a todo. Por ejemplo, en política está el que es de derechas, el que es de izquierdas y el que no le interesa el tema, en informática están los partidarios de Apple, los de Windows, los de Linux y los que no saben, en fútbol están los del Madrid, los del Barça y los que están hasta las narices (sé que hay más equipos, pero no voy a poner 40 para no ofender al personal).

En todos los casos nos encontramos siempre con la misma situación, cada bando muestra su postura  convencido de que es la única válida, que es la mejor y que los demás están equivocados, dan igual los argumentos ajenos, no se escuchan con un fin constructivo, sino que se buscan las lagunas de los mismos para poder atacar al adversario y demostrarle su equívoco, llevando todo esto en su conjunto a un punto muerto en el que cada uno se queda como estaba convencido que el otro no tiene ni idea de lo que habla.

Lo más preocupante es que si esto pasa en discusiones banales, en las que no hay nada en juego, que transcurren en un bar, en la frutería o en twitter ¿por qué esperamos que los de arriba que discuten por poder y dinero fueran a actuar de una manera distinta?

Y muchos al leer esto pensaréis que no tengo razón o puede que no os importe en absoluto, pero eso ya es cosa vuestra, porque sé que en este aspecto tengo la razón.

6 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  2. Una cosa te voy a decir puesto que mi punto de vista es el único verdadero y objetivo: Linux es el mejor. XD

    No, ahora en serio, el ejemplo de los SO's me parece el menos susceptible (que no inmune) a la subjetividad en el caso de los geeks linuxeros de la vida. Ha quedado demostrado que el software libre es el mejor en casi cualquier campo y en el que no lo es, sencillamente, es porque hay software privativo tocando las... narices.

    Si hubieras hablado, en lugar de Win, Mac y Linux, de las distintas distros de GNU/Linux ahí te hubiera dado toda la razón del mundo, que los geeks están mú locos y no me extrañaría que estallase una guerra sacrosanta entre ubunteros, fedoristas y suseranos XDDDDDD

    Ánimo con el blog.

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  3. Pero a pesar de todo volvemos al punto de partida, los partidarios de Apple no van a coincidir contigo. Pero bueno, no eran más que ejemplos genéricos como lo es las tendencias dentro de Linux.

    Y gracias por los ánimos, a ver si lo mantengo.

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  4. Tarde, mal y a rastras que se dice; pero bueno, a ello voy.

    Estoy de acuerdo con lo que dices, y soy partidario de mantener discusiones razonadas sobre casi cualquier tema (me voy a dar un margen). Siempre que se argumente de forma razonada se puede sacar algo positivo de ese intercambio de ideas, especialmente si no se coincide.

    Pero tampoco creo que sea bueno caer en un relativismo continuo para todo. A fin de cuentas necesitamos algo firme a lo que agarrarnos para tener un criterio de actuación.

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    1. En lo último que dices está la clave, en que para tener un criterio sobre un tema tenemos que saber sobre el tema, necesitamos tener a lo que agarrarnos para así mostrar nuestra postura al respecto, y por lo tanto, al ser conocedores del tema nos impide ser objetivos. Sin embargo si desconocemos el tema, nos impide habla sobre él, al menos con sentido y lógica. Por lo tanto, es imposible hablar de manera objetiva.

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    2. Si estoy de acuerdo en que ser objetivo es poco menos que utópico en cualquier tema.

      Además, qué leches, somos humanos. Nuestra mente es tanto racional como emocional: no podemos dejar de ser lo que somos.

      Podría ser que el hecho de tomar consciencia de este hecho puede atemperar un poco la medida en la que dejamos que nos influencie. Personalmente no estoy del todo convencido de ello.

      Bajo mi punto de vista somos lo que somos porque hemos sido lo que hemos sido; y nos vemos influenciados por agentes externos e internos sin ser necesariamente conscientes de ello. Ahí se va (más si cabe) la objetividad.

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