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viernes, 30 de diciembre de 2011

Joder con el Tío Pepe

Estaba leyendo noticias a cerca de la futura construcción de la AppStore en el edificio de Tío Pepe y he llegado a Público, y tras leer el contenido de la noticia he pasado a mirar los comentarios que aparecen de los usuarios. Os paso el enlace para que los veáis porque no tienen desperdicio:

http://www.publico.es/espana/414467/botella-aprueba-que-el-edificio-tio-pepe-en-sol-sea-una-tienda-apple

Tras leer muchos de ellos me ha empezado a subir poco a poco la bilis por el estómago, así que antes de que me cause una úlcera prefiero contar por aquí lo que me ha parecido.

Hay bastantes comentarios indignados porque se vaya a quitar el anuncio del Tío Pepe para que se monte una tienda de la manzana, que la Botella ya ha empezado a liarla , que es una vergüenza y demás, e imagino que habrá más gente que opine del mismo modo, así que creo de justicia plantear las implicaciones directas de conlleva el dejar las cosas como están o no.

Tal y como estaban las cosas teníamos un edificio sin ningún tipo de uso desde hace 4 años, el cual estaba autorizado para albergar tiendas en su planta baja y el resto para uso como hotel. A parte de esto, el anuncio de Tío Pepe se mantendría tal cual estaba y la estética madrileña no sufriría cambios.

Por otro lado, permitir y adecuar uso del edificio como tienda, en primer lugar implica la rehabilitación total del mismo, para lo que es necesario que arquitectos, aparejadores, ingenieros y técnicos diseñen la reforma del mismo. Una vez se diseñe serán necesarios albañiles, electricistas, fontaneros, calefactores, pintores, instaladores de pladur, carpinteros, cristaleros y un largo etcétera de gremios necesarios para llevar a cabo esta reforma. Una vez terminara los 6000 m2 de edificio albergarán vendedores, directores de márqueting, creativos, encargados de stock, encargados de la limpieza, seguridad, mantenimiento y cualquier puesto que se os ocurra que pueda ser necesario. A parte de todo este trabajo directo, habrá bastante empleo indirecto relacionado que se creará en torno a la tienda.

Por lo tanto nos encontramos por un lado el mantener el edificio con su estética actual y por otro lado un mercado laboral bastante interesante que aportará su grano de arena a la economía madrileña. Llamarme raro pero yo me quedo con lo segundo y si hay que renunciar a un cartel viejo se renuncia.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Ego vs Modestia

Hace tiempo que vengo observando que a todo aquel que se considera a sí mismo como bueno en algo o como uno de los mejores, en seguida se le califica como egocéntrico, chulo o creído, sin embargo, si alguien que es muy bueno en algo dice que no se considera el mejor, que tiene mucho que mejorar o que hay muchos por encima de él, se le alaba por ser modesto y humilde.

Lo que quiero plantear en esta entrada es que ni unos son tan malos ni los otros son tan buenos, y para ello me limitaré a poner sobre la mesa las definiciones de cada uno de los términos y apoyarlos con ejemplos.

Según el DRAE ego se define como "Exceso de autoestima". Es decir, considerarse por encima de las capacidades de uno. Por lo tanto, ego es que un estudiante diga que es el mejor de su clase cuando sus notas son de las peores, pero no es ego que diga que es de los mejores de su clase cuando su nota media está entre las 3 primeras.

Por otro lado, modestia significa cualidad de "humilde, falta de engreimiento o vanidad". Si miramos el significado de humildad, para complementar el significado, nos encontramos con: "Virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento." Por lo tanto podemos decir que modestia consiste en ser consciente de tus limitaciones y plantearlo sin muestras de superioridad. Utilizando el mismo ejemplo de antes, si un estudiante dice que no es el mejor de su clase y que tiene que mejorar cuando sus notas son de las peores, es una persona modesta, pero que un estudiante diga que no es el mejor, que tiene mucho que mejorar, siendo sus notas las mejores del curso, eso no es modestia, porque en realidad no habla de sus límites, sólo muestra afán de superación y una actitud competitiva.

Por lo tanto, si nos quedamos con los ejemplos del buen estudiante, cuando uno dice que es de los mejores siéndolo, no es egocéntrico, sólo es una afirmación de un hecho. Sin embargo cuando uno dice que tiene mucho que mejorar siendo el mejor en lo suyo, no es modestia, sólo es afán de superación. Y desde mi punto de vista, me quedo con la primera persona, porque es directa y clara, sin embargo, la segunda, es una persona competitiva que pasará por encima de ti si es necesario para lograr sus fines.

¿Y vosotros? ¿con quién os quedáis?

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Merienda de personas con piel de tonalidad oscura

Ya que estoy de estreno, voy a poner otra entrada. Hoy tengo el día crítico, así que los chistes los dejaré para otra ocasión.

Quería escribir sobre lo que se llama "ser políticamente correcto". Me gustaría hacer un análisis rápido del concepto. Cuando alguien dice que "hay que ser políticamente correcto" se refiere a que uno debe tener cuidado en decir algo que pueda molestar o resultar ofensivo para la persona a la que va dirigido. Es decir, que se refiere a que debemos ser considerados con nuestro interlocutor para no causarle una ofensa, la pregunta es ¿hasta qué punto se debe llevar esa corrección? Os propongo dos ejemplos y que penséis en cual de los dos casos se ha actuado o no con corrección política:

1º Voy por la calle conversando con un amigo haciendo chistes sobre minusválidos, al llegar a un semáforo hay paralítico al lado y digo un chiste, el cual, lo oye de manera casual.

2º Soy usuario de twitter el cual suele hacer siempre comentarios de mal gusto, chistes negros y demás, destinados a que los lean mis followers.


Desde mi punto de vista, en el primer caso no hay incorrección a menos que se sea consciente de la presencia del paralítico y se diga a viva voz para que este lo oiga. Si tú mantienes una conversación con otra persona y esta llega a oídos de un tercero ajeno por completo, el problema no es lo que yo digo, sino que esa persona no tiene educación al pararse a escuchar una conversación de la que no es partícipe.

En el segundo caso, tampoco creo que haya incorrección política, porque yo no obligo a que nadie me siga o lea lo que escribo, si no gusta, no lo leas, pero no coartes mi libertad a escribirlo del mismo modo que yo no coarto la tuya al no obligarte a leerlo.

Creo que el ser "políticamente correcto" se está llevando a extremos absurdos que nos obligan a pensar dos veces lo que dices no vaya a ser que pase por detrás alguien que lo oiga y se pueda ofender, y eso, aunque no lo parezca, coarta nuestra libertad.

Sé que habrá quien no comparta esta opinión y no le parezca correcta, así que antes de ponerme a parir, le recomiendo que lea mi primer post.

Requiem a la objetividad

Hace un tiempo que le llevo dando vueltas a algo tan curioso como es la incapacidad humana para ser objetivo. En cualquier aspecto de la vida nos encontramos con al menos tres posturas claras, el que está a favor de X, el que está a favor de lo contrario y el que se muestra ajeno a todo. Por ejemplo, en política está el que es de derechas, el que es de izquierdas y el que no le interesa el tema, en informática están los partidarios de Apple, los de Windows, los de Linux y los que no saben, en fútbol están los del Madrid, los del Barça y los que están hasta las narices (sé que hay más equipos, pero no voy a poner 40 para no ofender al personal).

En todos los casos nos encontramos siempre con la misma situación, cada bando muestra su postura  convencido de que es la única válida, que es la mejor y que los demás están equivocados, dan igual los argumentos ajenos, no se escuchan con un fin constructivo, sino que se buscan las lagunas de los mismos para poder atacar al adversario y demostrarle su equívoco, llevando todo esto en su conjunto a un punto muerto en el que cada uno se queda como estaba convencido que el otro no tiene ni idea de lo que habla.

Lo más preocupante es que si esto pasa en discusiones banales, en las que no hay nada en juego, que transcurren en un bar, en la frutería o en twitter ¿por qué esperamos que los de arriba que discuten por poder y dinero fueran a actuar de una manera distinta?

Y muchos al leer esto pensaréis que no tengo razón o puede que no os importe en absoluto, pero eso ya es cosa vuestra, porque sé que en este aspecto tengo la razón.