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martes, 14 de agosto de 2012

A vueltas con Gordillo

Después de muchos días viendo y leyendo todo lo que ha generado la acción llevada a cabo por el señor Sánchez Gordillo y el SAT y todas las vueltas que se le está dando me veo animado a escribir esta entrada, casi más para poder organizarme mis propias ideas que para intentar justificar o no la acción. Antes de empezar, quiero dejar claro que no voy a aportar muchos datos objetivos, sólo voy a mostrar diferentes posturas y descartar o aceptar aquellas que me parezcan razonadas o sensatas.

Los hechos llevados a cabo por el SAT son los de entrar en una superficie comercial y llevarse varios carros de comida sin pagar para entregarlos a un banco de alimentos. Alegan que se trata de un acto de protesta ante la negativa de esa cadena de supermercados de donar la comida perecedera o cuyos envases están dañados a personas que no tienen medios económicos ni para poder comprar alimentos.


Dicho esto, en primer lugar quiero definir la acción, realmente ¿qué es lo que se llevó acabo por parte del SAT? ¿Fue un robo o fue un acto de desobediencia civil? La definición que aparece en Wikipedia sobre la desobediencia civil es bastante amplia, pero en resumen, dice que:

Los actos de desobediencia civil buscan no la afirmación de un principio en la esfera privada, sino una llamada de atención a la opinión pública sobre el hecho de que una ley o política sancionadas por las autoridades están conculcando un principio de índole moral.

Por otro lado, la definición de robo que podemos encontrar también en Wikipedia explica que:

"El robo, es un delito contra el patrimonio, consistente en el apoderamiento de bienes ajenos, con intención de lucrarse, empleando para ello fuerza en las cosas o bien violencia o intimidación en la persona. Son precisamente estas dos modalidades de ejecución de la conducta las que la diferencia del hurto, que exige únicamente el acto de apoderamiento."

Si tenemos en cuenta los hechos acontecidos, no se puede definir como robo la acción, ya que no hay intención de lucrarse (los bienes sustraídos fueron dados a personas necesitadas), pero sí como desobediencia civil, ya que buscaban llamar la atención sobre una situación que consideran injusta (avisaron a la prensa de lo que se iba a realizar para tener mayor repercusión). No olvidemos que un acto de desobediencia civil suele ir ligado a un acto delictivo y es realizado de manera puntual.
Por lo tanto, y teniendo en cuenta que vivimos en un estado de derecho, los que llevaron a cabo la acción deben ser juzgados y sancionados de acuerdo a las ley.


Esto me lleva a la segunda cuestión ¿está bien que sean sancionados por llevar a cabo un acto que consideran moralmente justo? Aquí entramos en la controversia de legalidad y justicia. Legalmente deben ser sancionados, porque para eso todos acatamos unas normas por las que podemos convivir, pero ya el considerar de justa o no la acción va a juego con la moralidad de cada uno, por lo que me parece un debate estéril intentar calificar la acción de justa o no, sólo sé que es un acto ilegal, y que sea el lector el que considere si le parece justo o no.


La tercera pregunta que quiero plantear no me la hago a mí, sino a los sectores críticos con la acción ¿de verdad que no se os han ocurrido argumentos mejores para atacar a aquellos que defienden la acción? Porque además se resumen fácil, ya que tampoco es que se les hayan ocurrido muchos. A continuación voy a exponer varios puntos de vista y a comentarlos:

  1. Con esa acción lo único que hacen es darle armas a la derecha para atacar: bueno, pues no hagamos nada, dejemos que todo siga como está, no vaya a ser que la derecha pueda decir que los de la izquierda son unos ladrones y son el lobo, como no lo han hecho nunca.
  2. Hay que protestar, pero sin perjudicar a otras personas de ese modo: Si lo prefieres podéis seguir haciendo batukadas y cánticos pegadizos, que ya hemos visto que los políticos se lo toman muy en serio, no veas cómo tiemblan cada vez que oyen sonar un tambor a lo lejos. O sino seguimos con protestas como la de parar los metros, que no perjudican a los culpables, sino que perjudican a los pobres usuarios que no tienen culpa de nada.
  3. ¿Es que nadie piensa en las cajeras?: La verdad es que el susto que se llevarían las pobres tuvo que ser considerable, y los empujones que se llevó alguna son más que censurables, está claro que esos actos no son correctos, pero siguen sin ser argumentos que censuren el hecho en sí, sólo censuran la manera de llevarlo a cabo.
  4. Pues como yo no tengo casa, te quito la tuya, que también necesito una: esta acción como tal sería un robo, ya que se sustrae un bien a alguien para beneficio propio. Si se quiere hacer un argumento de este estilo se puede utilizar contra aquellos que tienen 5 casas vacías y no quieren alquilarlas, de modo que se ocupara una de ellas para dar cobijo a una familia necesitada (no a uno mismo) con el fin de llamar la atención sobre el desuso de esas viviendas.
  5. Oye, que tienes 300.000€ en el banco ¿por qué no lo usas para dar de comer a los pobres?: en primer lugar, se utiliza el hecho de que alguien de izquierdas tenga dinero como algo malo, parece ser que sólo tienen derecho a ganar dinero y tener ahorros los de derechas. Y en segundo lugar, la acción en sí misma no busca dar de comer a los pobres, quiere llamar la atención sobre toda la comida que podría consumirse o donarse y se tira, si lo que se buscara fuera dar de comer a los pobres se harían campañas de colecta, no asaltos a supermercados.
  6. Ese Gordillo es un rojo que va a Cuba a ver a Fidel y a Venezuela a ver a Chávez: vale, es un rojo, pero lo que se debate es la acción, no la ideología de las personas que la llevan a cabo. Cuando se ataca a la persona en sí la idea que me transmite es que no hay argumentos para censurar la acción.

Creo que queda claro que lo que quiero decir con esto es que ninguno de esos argumentos habla realmente de la acción, sólo son ataques, en muchos casos sin sentido, hacia los que lo han cometido o defendido, pero en ninguno censuran lo que se hizo dando argumentos en contra. Que para estar en contra basta con decir que es un acto delictivo, no hace falta decir todos esos argumentos vacíos y sin sentido. Eso sí, me parece muy vergonzoso que ciertos sectores exijan la detención de los autores, sobre todo la de Gordillo, cuando esos mismos sectores han defendido a capa y espada a otros políticos imputados en casos mucho más graves que el que ha llevado a cabo este señor, si había que respetar el honor de unos porque aun no se les había declarado culpables, el de estos otros también debería serlo.


De todos modos, y viendo cómo muchos distorsionan los hechos hablando sólo de los autores de los mismos, me hago la cuarta pregunta ¿era Sánchez Gordillo la persona más adecuada para encabezarlos? Hay que tener en cuenta que se trata de un cargo público el cual en teoría acepta las reglas del juego, y por lo tanto debe dar ejemplo y aceptar las leyes tal y como están, por lo que no es un acto digno de alguien en su situación. Además, por otro lado, su presencia ha permitido a sectores contrarios a los actos desviar la atención pública del hecho en sí y atraerla hacia la persona de Gordillo. Aunque por otro lado, de no haber estado él presente es posible que todos estos actos hubieran pasado más desapercibidos y que hubieran tenido menor repercusión en los medios. Yo personalmente creo que él no debería haber participado, principalmente por su carácter de cargo público, ya que además, gracias al mismo puede promover medidas legales que solucionen el problema.


De momento he definido el acto como desobediencia civil, he dicho que los autores deben ser juzgados, he dado mi opinión acerca de los argumentos en contra, he criticado la presencia de Gordillo en los mismos, pero aun no he hablado del otro actor involucrado en todo esto, la cadena de supermercados a la cual asaltaron. Así que pregunto, y ya van cinco, ¿por qué Mercadona se negó a donar comida al banco de alimentos? no pregunto si hizo bien o mal, porque veréis que esa pregunta se responde con la primera. Esta pregunta no me la he planteado hasta esta tarde, cuando discutiendo del asunto con un amigo que trabaja en una empresa de alimentación me la ha respondido sin hacerla. En primer lugar quiero recordar que hablamos de alimentos perecederos (a punto de caducar) o cuyos envases están dañados y no se pueden vender y que se acaban destruyendo. Dicho esto, la empresa no puede garantizar que muchos de esos productos estén en buen estado (por ese motivo no los pone a la venta) por lo que en caso de que alguno de ellos provoque una intoxicación alimentaria ellos serían los responsables legales. Alguno podría plantear que esos productos pasen un nuevo control de calidad, y se le cambie el etiquetado, en el cual se haga responsable un tercero o se aclare que se trata de alimentos con tara, pero ¿quién se hace cargo de esos costes?, ¿realmente sería más rentable que comprar productos en buen estado?, ¿es legal modificar de ese modo los envases? Como veis, Mercadona en realidad no tira los alimentos por gusto, en primer lugar porque eso le supone tener pérdidas económicas, y en segundo lugar, porque es responsable legal del estado de los mismos, y al no poder garantizarlo no se atreve a distribuirlo. Por otro lado quedarían los productos a punto de caducar, ya no planteo donarlos, sino que podrían hacer como en otros países, crear una sección diferenciada donde venderlos a precios muy inferiores al real para que así personas con menos recursos puedan comprarlos y evitar al mismo tiempo que sean desechados. En resumen, entiendo la postura de Mercadona, pero sólo en parte, porque podrían buscarse soluciones intermedias o promoverse un cambio de ley, algo que sí podría llevar a cabo el señor Gordillo promoviéndola a través de su partido, que simplifique económica, legal y sanitariamente la donación de esos alimentos y de ese modo evitar que se tire tanta comida.


Estas eran las preguntas que tenía en mi cabeza, y como he dicho al principio lo primero que buscaba con esta entrada era organizar mis ideas, y creo que lo he conseguido, me declaro a favor del acto en sí, como método de protesta para llamar la atención sobre un hecho injusto, se tira comida mientras personas pasan hambre. Me parece normal que los culpables del mismo sean juzgados acorde con las leyes existentes. No me gusta la participación de Sánchez Gordillo en los mismos porque este tipo de actos no corresponden a un cargo electo, además podría utilizar su posición para intentar promover leyes que eviten que estas injusticias ocurran. No estoy de acuerdo con ninguno de los argumentos que se dan para criticar el acto, porque no critican el acto en sí, sólo critica a autores y partidarios. Y entiendo la postura de Mercadona, por lo que creo que el camino a seguir es buscar soluciones que faciliten la recuperación de esos alimentos.


Como he dicho al principio estas son mis ideas, las cuales he planteado de manera argumentada, ahora que cada cual saque sus conclusiones a partir de estos planteamientos o de otros que crea más acertados.