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miércoles, 29 de enero de 2014

Cómo evitar la masturbación, sisis edition

Lo primero es tener claro por qué la masturbación no es ni buena ni necesaria para la salud, a menos que el dolor de sus testículos por la falta de eyaculación sea creciente o vaya a dormir acompañado y quiera evitar poluciones nocturnas. Ayuda a fortalecer la decisión de no masturbarse el recordar que es necesario protegerse de la erotización del entorno actual, por lo tanto le recomendamos no ver la TV, evitar la sección de "anuncios por palabras" de ABC y sobretodo, ir por la vida con la cabeza bien alta, así no verá los escotes provocativos que se ponen ciertas mujeres para llevarnos por el mal camino.

También es necesario tener claro que decidirse por no masturbarse es posible, forma parte de la decisión libre de cualquier persona y que es una muestra de madurez y valentía y no de debilidad. Tampoco es anormal decidirse a ello, aunque haya gente que insista en lo contrario y que poco menos nos obligue a realizar semejante acto pecaminoso. Como la consejera esa catalana, que todos sabemos lo que era al enseñar a los niños aquellas obscenidades en las aulas.

En general el aburrimiento, la sensación de soledad, el miedo, el estrés y el cansancio son situaciones que pueden inducir a la masturbación y nos dan pistas para su prevención. ¿Quién no se ha tocado en la soledad se su casa una tarde en la que no tenía nada que hacer, con el miedo a ser pillado por sus padres y que buscaba quitarse el estrés y el cansancio provocado por el exceso de tareas del colegio? Por eso, hay algunos consejos que pueden ayudar en la decisión de evitar la masturbación o salir de su círculo vicioso.

1) Protégete de la agresión comercial del erotismo ambiental con filtros en el ordenador, evita entrar en páginas de descarga o visionado directo, todos sabemos que ahí sólo salen anuncios de guarrillas, instala el ordenador en un lugar visible de tu casa como la sala de estar (así será más fácil de encontrar), eligiendo con tus padres los videojuegos (nada de personajes como Lara Croft o juegos con tías en bikini), haciendo un uso moderado de la televisión y de las redes sociales (se acabó pedir fototetas guarretes), etc. También ten cuidado con las series de televisión. Hay estudios que muestran cómo ciertas series pueden erotizar a los adolescentes aunque no tengan contenido sexual explícito porque contribuyen a que la sexualidad acabe siendo más central en tu vida de lo que debiera ser a tu edad. Como por ejemplo Dora la Exploradora, esa niña es una guarrilla, ahí todo el día con el mono ese, y esas ropas que se pone la muy calienta penes... O las series Disney, con esas adolescentes que les empiezan a salir los pechotes y esas ropas ajustadas...

2) Adopta un estilo de vida saludable. Cuida tu cuerpo con una higiene adecuada, cuando te duches basta con frotar tres veces tus órganos sexuales para dejarlos bien limpios y no llegar a provocar una excitación sexual, haz una dieta equilibrada, nada de comer alimentos con forma fálica como plátanos o salchichas, y evita el consumo de sustancias nocivas y adictivas, como el tabaco, el alcohol u otras drogas, como la marihuana, ya que éstas te inducen a tocarte continuamente. Practica un deporte, un ejercicio físico cualquiera que sea; te sentirás mejor con tu cuerpo, lo aceptarás con más facilidad y podrás canalizar mejor la energía sexual naciente que tienes como adolescente. Lo ideal será practicar un deporte de equipo que te permita conocer nuevos amigos. Eso sí, es importante tener cuidado durante el uso de las duchas, nada de mirar los atributos de vuestros compañeros o compañeras, porque eso puede despertar el monstruo de la homosexualidad,  y todos sabemos que eso es peor que tocarse.

3) Ocupa tu tiempo libre de manera constructiva. Puedes mejorar tu cultura y formación y buscar, junto con tus amistades, la respuesta a los problemas bioéticos que se plantean hoy en día como el aborto (todos sabemos que esa respuesta es que si abortas estás matando niños, al igual que si te masturbas), la clonación, la eutanasia o la responsabilidad que tenemos todos ante el hambre en el mundo (por eso debes comerte toda la comida que haya en tu plato, porque hay niños negros que pasan hambre). También puedes realizar actividades altruistas y de solidaridad con tus amistades, como dar limosna todos los domingos en el cepillo de la Iglesia, pero no a la señora que está en la puerta que esa seguro que se lo gasta todo en drogas, y una vez colocada se toca como una loca. Los jóvenes que pasan tardes enteras en centros comerciales acaban “buscando pareja” para  fornicar. Los “rollos de una tarde” no te preparan para el amor, más bien, te proporciona una mano amiga para masturbarte, y eso sigue siendo pecado.

4) Construye un grupo de amigos/as sano. Existen dos tipos de grupos: los constructivos o “facilitadores sanos” que son aquellos que leen la biblia por las tardes, fueron a ver al Papa cuando vino a Madrid y se preocupan por difundir la palabra del señor. Pero también hay grupos que no ayudan a madurar, lo que hacen es destruirte por dentro. Te enseñan cómics y revistas cochinas, te obligan a beber alcohol, te inducen a las drogas, y por último, te hacen masturbarte. Son grupos con un líder dominante que tienden a asfixiar a sus miembros (así como el Papa, pero en malos, porque el Papa no asfixia a sus fieles ni nada por el estilo, que quede claro).

En resumen: para evitar la masturbación o salir de su círculo vicioso hay que empezar por decidirse a hacerlo sabiendo que es posible y sano. Pero además, hay que poner medios concretos para fortalecer esa decisión: protegerte de la erotización, tener un estilo de vida saludable, ocupar constructivamente tu tiempo libre y elegir bien tus amistades. Así estarás preparándote para el amor sólido, que pasa por ser dueño de tu sexualidad, y no permitirás que la masturbación le quite calidad a esa capacidad de amar.

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