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martes, 21 de febrero de 2012

La cadena capitalista

Hoy, queridos niños, voy a exponer cómo ha funcionado el sistema capitalista en España a pequeña escala. Lo primero es presentaros a los protagonistas de la historia:

Juan: propietario de un bar.
Sergio: empleado del bar.
José: propietario empresa textil.
Antonio: empleado de José.

Hace unos años, en un pequeño pueblo José abrió su taller textil. En el cual fabricaba ropa que luego vendía a sus conciudadanos. Como la ropa era buena y asequible todo el pueblo se la compraba. Entonces decidió que era hora de empezar a fabricar más, para ir a venderla al pueblo de al lado, para ello contrató a Antonio, para que le ayudara. Como la ropa se vendía bien, empezó a contratar a más gente del pueblo para aumentar la fabricación y así poder hacer frente a la demanda. La empresa textil empezó a generar trabajo y eso le vino bien a Juan, propietario de un bar el cual empezó a llenarse todos los días, por lo que se vio obligado a contratar a Sergio.

Como la empresa funcionaba bien empezó a crecer y a fabricar más, entonces José tuvo que elegir entre mejorar la maquinaria, aumentar salarios e invertir en mejoras para hacer su producto más atractivo, o en mantener salarios, exigir mayor productividad y reducir en costes de materiales, y con ello en calidad. De este modo se aseguró mejorar sus ganancias. Todo iba de maravilla, Juan y Sergio tenían siempre el bar lleno, Antonio decidió comprarse un piso ya que tenía un trabajo fijo, y José seguía ganando mucho dinero con su empresa. Todo iba bien hasta que la gente empezó a darse cuenta que la ropa de José era de peor calidad y además, demasiado cara, por lo que empezó a vender menos, algo a lo que José no le dio importancia, pensando que sería sólo algo pasajero, por lo que mantuvo la producción. A medida que pasaban los meses, se le iba llenando el almacén, y por consiguiente sus ganancias disminuyeron, así que decidió que era el momento de despedir a sus empleados. Como no tenía a ninguno fijo, no tuvo mayor problema de echar a media plantilla y contratar a otros trabajadores por un salario mucho menor. Como consecuencia el bar de Juan empezó a tener mucha menos afluencia de gente, pero aun así mantuvo a Sergio.  Como la empresa de José seguía sin mejorar, ya que otras empresas que hacían el mismo producto lo vendían más barato o con mayor calidad, decidió que era el momento de cerrarla, por lo que mandó a la calle a toda la plantilla, incluyendo a Antonio. Ante esta situación Antonio se encontró con pocos ahorros que tenía además de una hipoteca de su casa. Y como él,  muchos. Por lo que negocios como los de Juan pasaron a tener apenas clientes. Ante esta situación, Juan tuvo que despedir a Sergio, el cual tenía contrato fijo y por lo tanto le tuvo que pagar una indemnización que le dejó casi como al principio.

Al final, cuando cerró la empresa de José dejó a este con los beneficios de los años de funcionamiento de su empresa, a pesar de que la propia empresa dejó bastantes acreedores sin cobrar. Dejó a trabajadores como Antonio sin trabajo, sin dinero y con una hipoteca, que si no puede pagar le quitará el piso, pero no la deuda. Dejó a autónomos como Juan casi arruinados por no haber hecho un contrato acorde a sus necesidades y a Sergio con una buena indemnización y paro.

La moraleja de todo esto es, que al final los grandes empresarios, no pierden, ellos como tales ganan, las que cierran son sus empresas a las cuales las arruinan, y dejan sin cobrar a acreedores y trabajadores, los pequeños empresarios y autónomos que intentan ser honrados acaban pagando los pecados de los grandes, ya que cuando sus empresas cierran son ellos los responsables y tienen que hacer frente a las deudas con su dinero, y apagar a sus trabajadores, que son los pocos que estaban protegidos por la ley, ya que los trabajadores en su gran mayoría, han sido minguneados por los empresarios, cobrando menos de lo que se merecían, y siendo los primeros en pagar la mala gestión de sus jefes.

Pero a pesar de todo esto, la patronal sigue saliendo a la palestra, defendiendo sus errores, acusando de los problemas de este país a sus empleados y reclamando menos derechos para estos para que así ellos puedan seguir ganando como lo han hecho hasta ahora.

2 comentarios:

  1. Últimamente con Nus no hacemos más que hablar de pirarnos de Espainnn, nene. Este país ha sido siempre de pandereta, pero es que el límite al que se está llegando es para coger una depresión profunda.

    Buen post, fiera!

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    1. Gracias caballero. La verdad es que estas cosas las escribo para desahogarme y en busca de alguien que me diga que estoy equivocado y que me lo rebata de manera clara (sigo en la búsqueda de ese ser por cierto). Ya te contaré lo que me he enterado este fin de semana en el pueblo en relación a una historia calcada a esta, pero con final mucho más trágico.

      En fin, este país siempre ha sido así, así que la opción de irse por desgracia no me extraña.

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